Las terapias con animales más utilizadas son:
- Terapia con delfines:
También
conocida como “delfinoterapia”. En los estudios realizados se ha
observado que las ondas cerebrales del ser humano cambian en presencia
de los delfines, provocando una armonización entre los hemisferios
izquierdo y derecho, promoviendo un estado de paz y tranquilidad. Esto
se debe a que los delfines transmiten sus sonidos a los humanos, a
través de su "ecolocalización". Es decir, mediante ondas alfa; el
recurso que les brindó la naturaleza para capturar presas y reconocer
su entorno.
Estos
sonidos que influyen directamente en nuestro sistema nervioso,
presentan la capacidad de reconocer nuestras tres dimensiones,
corporal, mental y nuestro sistema de valores.
Se
trabaja con la hipótesis de que la interacción con estos animales
provoca cambios a nivel neuroquímico y neuroeléctrico. El propósito
general de la terapia con delfines es motivacional, aunque se llegan a
lograr otros objetivos relacionados con la mejora del lenguaje y la
motricidad.
Se
utilizan, sobre todo, en terapias con niños autistas. Estos obtienen
muy buenos resultados cuando son tratados terapéuticamente con delfines.
- Terapia con caballos:
También
conocida como “terapia ecuestre” “hipoterapia” o “equinoterapia”.
Consiste en el aprovechamiento del movimiento del caballo para la
estimulación de los músculos y articulaciones de la persona. Se utiliza
esta terapia para trabajar patologías relacionadas con desórdenes del
movimiento como la parálisis cerebral, accidentes vasculares,
esclerosis múltiple, espina bífida, enfermedades neurodegenerativas,
enfermedades traumatológicas, traumatismos cerebrales, Síndrome de
Down, Autismo, Anorexia, Bulimia, y para resolver problemas emocionales
como la depresión y la ansiedad. Además son programas que están
alcanzando gran éxito en el tratamiento y la rehabilitación del
alcoholismo y las drogadicciones.
Para
trabajar no vale cualquier caballo, sino que ha de ser un caballo
evaluado y elegido a conciencia, con un entrenamiento y sin que ejerza
otra actividad paralela.
- Terapia con animales de compañía:
Las
cualidades del animal, como la fidelidad, la incapacidad de juzgar, la
capacidad de ofrecer compañía, se aprovechan para facilitar el trabajo
a un terapeuta especialista en el tratamiento o mejora de la calidad de
vida de las personas, favoreciendo su equilibrio y su bienestar. Así,
tener un animal de compañía nos motiva a hacer más ejercicio, a salir
más, y a cuidarse; propicia más relaciones, disminuye el sentimiento de
soledad y, en general, ayuda a combatir el estrés al acariciarlo.
- Terapia con perros:
Son
los “coterapeutas” más conocidos y más utilizados en terapia. Para
realizar esta labor se precisan perros de carácter equilibrado, y que
aprendan con facilidad. Este tipo de perros no pueden distraerse frente
a ninguna situación, han de estar capacitados para desenvolverse
cómodamente en cualquier lugar donde se encuentren personas u otros
animales, sin presentar signos de agresividad.
- Terapia con gatos:
El
ronroneo de un gato fomenta las emociones positivas, reducen el estrés,
y sus pequeñas señales de afecto son muy bien recibidas por sus dueños.
El gato es uno de los animales como terapia recomendado especialmente
para personas con problemas psicológicos, y para personas que están o
se sienten muy solas y no pueden dedicar mucho tiempo al cuidado de su
mascota.
- Terapia con animales de granja
Este
tipo de animales presentan mucho miedo. Cuando uno consigue
tranquilizar a un animal de granja, se está tranquilizando también a sí
mismo. Acariciar un conejo, una gallina o un cerdo puede resultar
placentero, ya que no se suelen dejar acariciar más que si tienen
confianza en uno. Y eso es muy bueno para personas tímidas, retraídas,
con temores, introvertidas y que buscan expansión.
La terapia con animales acuáticos?
ResponderEliminarVi delfines, pero y otros animales con el fin de observar los acuarios, sabes algo?
ResponderEliminar