Al iniciar una terapia, tras la evaluación del problema del paciente, se deben establecer los objetivos que se pretenden alcanzar durante la intervención. Es decir, qué es lo que se va a cambiar; cómo se va a lograr el cambio, y cuáles son los objetivos de ese cambio.
Para conseguir objetivos a medio y a largo plazo, generalmente el terapeuta debe marcar primero objetivos a corto plazo, que construyan el camino de la intervención. Por ello, muchas veces los primeros pasos en la terapia son los que más cuestan, tanto por el tiempo como por los esfuerzos que requieren; siendo necesario, en ciertas ocasiones, recurrir a técnicas que faciliten esos primeros pasos, para que podamos luego desarrollar todo el programa de tratamiento. De este modo, la terapia asistida con animales es un buen método para intervenir en objetivos a corto plazo, tratando de alcanzar metas más lejanas.
La clasificación de los objetivos que procura la terapia asistida por animales es la siguiente:
Objetivos relacionados con la motivación:
-Establecer relaciones.
-Crear confianza.
-Asumir responsabilidad.
Objetivos relacionados con la relajación:
-Soltar tensiones.
-Ganar afecto.
-Reconocimiento.
-Ejercer la paciencia.
-Reducir depresiones.
-Reducir miedos.
Objetivos relacionados con la educación:
-Mejorar la comunicación.
-Trabajar en equipo.
-Consideración mutua.
-Fomentar la autonomía.
La introducción de terapia con animales en residencias me parece algo interesantísimo que, siempre que puedo difundo en el portal de las residencias de mayores, Inforesidencias.com, que tengo el gusto de dirigir. Me gusta que en este post trates en detalle de los beneficios. Creo que interesará a mucha gente.
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